El Síndrome de Mozart

"Irene le miró, un poco deslumbrada. Así, sudoroso sobre el blanco puro de la camiseta, Tomi parecía aún más hermoso, un elfo resplandeciente"

Un libro conmovedor como pocos, realista, con un apasionado diálogo por medio de la música...

La novela se cierra en torno a cuatro jóvenes, Irene, Tomi, Yárchik y Tesa, todos ellos viven por y para la música, aunque cada uno la siente de un modo completamente diferente.


Irene tiene diecisiete años, durante su infancia sus padres la creyeron una genio del piano, pero tras pasar algunos años comprendieron con decepción que no era así. Desde entonces la joven abandono el piano, fruto de la mayor parte de sus pesares y se volcó en el violín.

Instrumento con el cuál podía volar y sentirse libre de las ataduras paternas, sin destacar, simplemente disfrutando.

Su padre es un frío y calculador neurólogo que arrastra a su familia hasta un pueblecito de Asturias para poder estudiar a Tomi, un muchacho de dieciocho años que padece el síndrome de Williams. Dicha enfermedad produce retraso mental, sin embargo se acompaña de una extraordinaria capacidad musical, acercándose en ocasiones al anhelado oído absoluto.

El objetivo del viaje es demostrar que Mozart padecía este síndrome, para ello acude a su hija a la que pide que se acerque a Tomi e investigue sobre él.
Es un joven difícil de tratar, sin embargo ellos poseen un lenguaje único, la música, y por medio de ella hablaran con el corazón.
Cuando Tomi le demuestra su asombrosa habilidad para el piano, comienza a dudar de su lealtad hacia su padre, planteándose la posibilidad de engañarle. La vida del pequeño elfo podría cambiar para siempre...

 La novela se inspiro en un joven real, Tomás Monzó. Durante su infancia le diagnosticaron el síndrome de Williams. Sus padres apenados no sabían que hacer, ya que apenas tenían información sobre el tema.
Este síndrome afecta a una de cada 20.000 personas, producido por una alteración del cromosoma 7.
Sus padres pronto advirtieron que había desarrollado una sensibilidad especial para la música. Pasado un tiempo un especialista les habló de las extraordinarias capacidades musicales de estos niños, a raíz de esto Tomi comenzó a asistir a clases de piano.

“Ellos entienden la música de otra forma”, afirma su padre. “Los sentimientos que Tomi tiene se reflejan en la música, la vive”. Durante la presentación del libro, hizo una demostración con el piano. “Me gusta sobre todo la música clásica”, afirmaba. Aunque hay muchos cantantes contemporáneos que le fascinan, como Elton John.

 

ALGUNAS CURIOSIDADES 

La música es uno de los talentos más llamativos de los afectados por el síndrome de Williams.

Tienen mayor capacidad para afinar que la población general.

Esta cualidad se asocia a la hiperacusia, una sensibilidad extrema al sonido que hace que algunos sonidos puedan ser molestos y dolorosos.

Como terapia ocupacional ideal, el estudio y práctica de la música, tanto instrumental como lírica. Ello puede ayudar a estas personas a lograr una mejor integración social.

Éste quizás ha sido el factor que ha propiciado la aparición de auténticos artistas que tocan un instrumento musical o cantan en los congresos de genética donde se departe sobre el síndrome. Entre esos artistas destaca el grupo 'The Williams Five' y Gloria Lenhof, soprano, informa Miguel del Campo.

Los afectados por el síndrome son niños con cierto retraso mental pero con gran talento para la música y una gran locuacidad cuando aprenden a hablar. 


Uno de los rasgos característicos de los niños que padecen esta enfermedad es la cara de 'duendecillo'
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¿Un retrasado o un genio? Preguntan muchos, la sola pregunta ya me parece cruel en sí, para mi estos niños son genios que merecen ser queridos y aceptados por el resto de la sociedad...

¿Qué opináis vosotros?